martes, 13 de junio de 2017

Zeep, el mensajero




Zeep, el mensajero. 

Copyright © 2017 by Roberto Soria – Iñaki 
ISBN: 9781521326954 

Una obra de ciencia ficción que te presenta pasajes históricos sustentados, los cuales…te harán pensar.

Puedes adquirirlo en Amazon.es Disponible en versión digital e-book, y en papel, tapa blanda. 

No tengo duda de que pasarás momentos maravillosos en compañía de este singular personaje, el cual, te robará el corazón. 

Para ustedes, mis queridos lectores, dejo un fragmento de mi libro. Muchas gracias por leerme. 

Abordamos el avión que nos conduciría de regreso a casa, el viaje sería luengo, así es que me coloqué los auriculares para escuchar algo de música clásica mientras mis padres comentaban sobre el viaje.
Sobrevolábamos los andes, un espectáculo sin duda indescriptible en donde la naturaleza nos brindaba paisajes únicos en su especie.
La blanca nieve envolvía la zona haciéndola parecer el paraíso mismo. Mis padres voltearon a verme señalando con el dedo índice lo que estaba ante sus ojos, levanté mi pulgar en señal de aprobación y sonreímos.
Nuestro contacto visual fue interrumpido por la azafata quien con toda cortesía nos invitó algo de beber. No tuve tiempo de ordenar, un fuerte impacto seguido de llamas en uno de los costados del avión me perturbó.
Gritos, pánico y plegarias entorpecían cualquier acto de razonamiento. Yo miraba en todas direcciones tratando de entender lo que sucedía. El sobre cargo gritaba que guardáramos calma —¡Abrochen sus cinturones y coloquen su cabeza entre las piernas!—. Ordenó con voz que denotaba pánico.
Mientras nos desplomábamos alcancé a ver el objeto que nos había golpeado; era oval, tapizado de luces brillantes como las de los reflectores que iluminan un estadio de fútbol. Giraba en sentido opuesto a las manecillas del reloj.
Mi mente revolucionó, por un instante pensé que se trataba de un acto terrorista, pero de inmediato descarté esa posibilidad.
Todo sucedió muy rápido, los pasajeros miraban sorprendidos a través de las ventanillas…, —¡es un ovni, son extraterrestres!—, exclamaban angustiados preguntándose entre sí tantas cosas. En efecto, se trataba de un avistamiento.
Busqué con la mirada a mis padres, el contacto visual fue acompañado de un “te amo” en coro de su parte, según lo pude leer en el movimiento de sus labios.
No supe si escucharon mi contestación ya que el ruido emitido por el aeroplano en pleno pique y los gritos incesantes de la gente lo impedía.

El avión caía mientras yo cerraba mis ojos en espera de un milagro. Es lo último que recuerdo…

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